jueves, 14 de diciembre de 2006

Consejos, que hacer con el perro durante las vacaciones


Se acercan las vacaciones y debemos plantear qué hacer con el perro. De hecho, éste es uno de los motivos por los que insistimos en meditar la decisión de adquirir un cachorro. Puede que realmente lo hayamos adoptado como un miembro más de la familia y nuestra intención sincera sea llevarlo siempre con nosotros, pero en ocasiones no puede ser. Según el lugar al que nos dirijamos, los días que pensemos estar y las posibilidades de trasladarlo con nosotros, debemos estudiar a fondo la situación.
Una o dos semanas de viajes al año no son motivo para dejar de comprar un perro. Siempre encontraremos la forma de disfrutar de las vacaciones, hay múltiples soluciones. Nos gusta la idea de procurar llevarlo a casi todos los sitios con nosotros, pero si en algún caso no puede ser, tampoco hay que sentirse culpable, seguramente encontraremos la solución más idónea.
1- Aunque el viaje sea corto, de fin de semana, no podemos dejar solo al perro en casa como haríamos con un gato. El can es mucho más dependiente de nosotros, nos necesita para sacarlo a pasear y hacer sus necesidades y, aunque también supiera hacerlas en una bandeja como los gatos o en un rincón con periódicos, la dependencia emocional es grande y probablemente lloraría o incluso estropearía objetos en el hogar.
Lo cierto es que hay perros (guardianes, etc.) que están de sobra acostumbrados a pasar gran parte del día (o de la semana) solos en un terreno, a veces incluso atados a una cadena. Se alimentan y beben de grandes cubos o tolvas que su dueño rellena conforme se terminan. Esos animales no nos preocupan en las vacaciones, pero ellos no son mascotas, puesto que su labor no es la de compañía sino la de guardia.
2- Si lo llevamos con nosotros: Hay muchos hoteles, apartamentos de alquiler, campings que admiten animales, pero sobre todo debemos asegurarnos y avisar claramente de la intención de llevar mascota para que no nos pongan pegas después de un largo viaje. Por supuesto, si la casa o terreno es nuestra o de familiares, lo siguiente a decidir es:
- si hay condiciones adecuadas para él,
- qué tipo de estancia vamos a realizar: por ejemplo, si pensamos en muchas excursiones, salidas nocturnas y casi no vamos a pisar la casa, puede que no merezca la pena llevarlo.

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